"Volé,
y volé tan alto como nunca lo había hecho. Era una pequeña ave que retornaba al
vuelo, mis alas aun débiles decidieron, mandarme a volar, se cansaron del nido
y tome vuelo. Te mire a los ojos,
pequeño paraíso, te mire a los ojos, contemplándolos como soles, esos
brillantes soles, llenos de vida, de carisma, de calor, abrazaban mi poco
plumaje, rayos de un calor que mi cuerpo no había vuelto a sentir, y por eso te
mire a los ojos, pequeño paraíso. Bebí de tu sonrisa, dulce manantial, y bebí
de tu sonrisa, fresca, tranquila, y me embriague de ti, pequeño paraíso, me
volví adicto a ti belleza, y volé en tus cielos, me abrazaste con tus ojos, y
calmaste mi sed de dulzura con tu sonrisa; Si, pequeño paraíso, contemple tu
piel canela como un bello atardecer, cálido, suave, hermoso, y sabía que eras
mi hogar, mi pequeño valle. Pero nada es perfecto y todo se marchito y la noche
llego y tiritaba de frió, y en mi pequeño nido con mi poco plumaje espere que
volvieran tus ojos como soles radiantes, para que esta pequeña ave volara en ti
de nuevo pequeño paraíso." - David Andres Escobar Rua
No hay comentarios:
Publicar un comentario