El trata de reconocerme con los mismos ojos con los que me
había mirado en Diciembre. El está ahí, parado de frente y me doy cuenta que
esto no va a estar del todo bueno porque no está dispuesto a salir para otra
aventura.
Nunca va a tener mi amor, sólo podemos pelear, jugar en la
arena, levantarnos en la mañana y correr. Así se aburrirá cuando los días sean
largos y estará frustrado hasta el día en que esté hecho.
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