Algo me ha golpeado y sin saber como me encuentro sentada sola, por mi cuenta a miles y miles de kilómetros de casa. Durmiendo en un avión, sin poder quejarme, me das una última oportunidad una vez más.
Apenas sabias mi nombre y me salvaste la vida, todos tus sueños están echos de fresas dulces con limones agrios. Llevame a donde jugabas cuando eras niño y volvamos al pasado.
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